martes, 3 de abril de 2012

Escucho El Sonido De Los Latidos De Un Corazón En Decadencia

Si no te anima ni la esperanza del soplo de un nuevo día.


Si yo limpié tu alma pero ésta quedó sucia porque lo que limpié estaba manchado.

Si una lágrima sale de tus ojos pero no sabe en qué razón se guarda. Si la misma lágrima no sabe expresar sus más insondables impotencias.


Si entre mis sonrisas se pierden las tuyas; cuando existen.


Si no hay forma, si ya parece no haber forma.


Si sientes que pronto se difuminarán entre sí y serán iguales día y noche. Si es otro cuerpo el que esa sensación tiene.


Si la serendipia en tu vocablo no existe, ni la esperas, ni la oyes, ni te atreves siquiera a condenarla.


Si tus labores te matan pero te conservan viva.


Si los que quisiste van lejos y en tu vida no hallas otra salida más que la melancolía.

Si caminas con la cabeza gacha, sin sospechar que es ése el mayor miedo de quien te rodea.


Si recuerdas tanto a tus olvidos y los haces funcionar como afilado cuchillo que llega con varias horas de retraso.


Si ya vienes, pero tal vez lo haces de la misma manera.


Si un sueño alejandrino trajo a tu memoria aquello que luchabas por evitar.


¡Si la resignación te ahoga! ¡Si no gritas, ni siquiera hablas, porque la resignación te ahoga!

Si todo esto son sucesos ya una vez contados ¿¡Qué esperas para levantarte y empezar!? Sí, empezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario