martes, 9 de abril de 2013

En Reemplazo De Una Buena Letra


¡¿Con qué derecho reclamas mis sentidos?! Si se fueron y volvieron y hoy estoy parada en el punto de inicio. Mío es lo mío aun lo que fue y cuando todo lo que hay en mí es tan grande, tanto que parece desgastara;  el manoseo es de mi parte mal recibido.

No es el viento lo me mueve, no es un quiebre lo que se oye, son mis pasos pasando por encima de las dudas. Tanto que adivino alborota el temor de perder el juego de mis ilusiones, por eso no busco hacerlo, pasa solo; tengo muy claro que ya he perdido mucho sueño y más en mi respuesta neurótica a lo que supone ser simple. Y encima ¡Bueno!

Recuerdo más que recuerdos volátiles que una vez me hicieron, entre todo lo que un día a mi memoria le dio por guardar de tanto tiempo atrás, problema quizás es que siento grande o no siento, y siento a veces ser clara… Sintiendo tanta cosa tan distinta siento hasta lo impensado.

No es tan grandioso lo que hay por decir, por eso darle tantas vueltas cansa, las vueltas las doy yo y sólo yo al fin y al cabo, sin culpar a lo de otro lado. Sin culpar pero también sin gustar. Lo lastimero aquí es que poco falta para decidir que no conozco y ya no sé si quiero conocer, no así, hiriente, indiferente y egoísta.

Y pregunta por qué la rabia que la respuesta no la dirá mi boca. Callo, porque mío es mi silencio y de afuera lo que afuera muestro. Mejor dejémoslo así, digamos, por decir, que la pelea es conmigo…




lunes, 8 de abril de 2013

Al Final De Lo Indecible (Fragmento)





(...)

"Vivo ahora de una mano no pedida. Una madrugada reprimida. Una imagen perdida. Una mirada escondida. De una risa que aprisiona lo que fue. Cabeza agachada no es un signo de cobardía, es sentir lejano lo que me era fiel, risa forzada pero colmada de alegría; es sentirme extraña en mi propia piel. Existo al lado de la verdad que se volvió recuerdo pidiéndome a gritos distancia y es así como siento ahora, con furor, pero con distancia; con pasión, pero con ausencia;  con tesón, pero con paciencia."

(...)




miércoles, 3 de abril de 2013

Abrazos


Salen de manos que llevan a lugares inexplorados, de brazos que conducen por caminos sempiternos, de miradas que no saben qué es el tiempo. Ellos saben más de desasosiego y dolor que la misma tristeza, y de saber tanto de lo malo se entienden espléndidamente con lo bueno, son la música de la alegría, la risa y el amor.

Aquellos tienen la insólita facultad de encerrar en un paréntesis lo pesado y lo frecuente, paran el día y sus trajines para despertar a la vida por un momento, hasta volver a encontrar unos brazos dentro de los cuales estar. Son un estado. Enardecido inigualable, inseparable.

Un abrazo amistoso, feliz, repleto de inocencia; se queda hasta llegar al alma y no le importa esperar los casi imperceptibles segundos que alcanzan a formar una sonrisa. Lo más lindo que existe, pueden hacerse tan sublimes, o tan risueños, o tan oportunos, o tan tiernos, o tan desinteresados, o tan perfectos; eso son siempre, perfectos. Lo más lindo que existe.

Pueden empezar de incontables maneras, poco a poco van reconfortando. Qué feliz sentirse dentro de un abrazo que de dos haga uno, uno de los que no sólo abrazan por fuera sino que abrasan por dentro. Bautizan con otro nombre. Luego, se tiene entre las manos. En pleno momento de detención no hay nada en qué pensar, no existe nada más que el calor en el calor y la concentración de los segundos que mueren por detenerse.

Y allí de repente, un respiro. Después de ser envuelto se respira con los ojos cerrados, lentamente, sin afanes, como si el cuerpo no pudiera moverse más que para respirar y se hace presente el estático sentimiento de estar acompañado, percibir la respiración como el acto más sincero de conmoción. ¡Cerrar los ojos, viendo con mucha más claridad al cerrar los ojos! ¡Apretar los brazos, mover un momento las manos por la espalda… Y Respirar! Con tranquilidad que no se finge.

Otros cuantos en la noche, porque esos tienen algo más, un no sé qué que regala más minutos a la penumbra, que saca sonrisas que no se ven. Esos nocturnos sí que mueven lo profundo, de una forma que no es ni será explicada pero va más lejos, son más cercanos y de ir acercando brazos terminan cara a cara, para dormir y no dormir, para dormir en encierro impávido… Como para desear que la noche nunca terminara.

La piel ya no es la misma y los ojos son dos brillantes fuentes de ilusión. El corazón está hablando solo. El momento envolvente se repite en el cuerpo y en la mente, un momento que perdure hasta en lo que no existe, que deje deseando otro, otro, otro…

Es éxtasis un abrazo, lágrima de alegría, descanso para el alma, melodía suave que aumenta sin volverse rápida, amor encarnado, caricia en la cara, escalofrío fascinante, lluvia contra una ventana, diálogo con lo irreal, burbuja a punto de explotar, labios cerrados, palpitaciones aceleradas, olor a flor fresca, vuelo alto, recuerdo guardado.

No, no duele necesitarlo y es sensación insaciable el querer darlo. Abrazar a quien está perdido y a quien ya se encontró. Un sostén, un andamio que falta, un hombro. La verdad es que no hay que buscar mucho, con abrazar se comprende, con abrazar se dice “siempre”.

Me pregunto dónde hay abrazos, a dónde puedo ir a buscarlos para mejorar mi día, para no caerme, para sentir y no hablar y dejar mi cuerpo sin fronteras.  A quién puedo darle un abrazo para entregarle mis emociones ¿Quién dejará algo de sí en mí y se quedará con parte de mi vida? Ay abrazo, el miedo te busca para que lo aquietes, las aguas enloquecidas descansan en ti sus momentos de paz y viento frío.



-Miradas-

martes, 2 de abril de 2013

Quimera

Sueño tranquilo. 

Aire que renueve y deje todo fresco, como si nunca hubiese respirado antes, como si yo no supiera lo que es volver a la vida con tan solo un respiro. Aire que me llene, que se me vaya y me traiga otra tanto. Un poquito lleno de calor, un poquito lleno de distracción y deleite. Me sé dueña de sensaciones inmortales, soy el centro de días con olor a tardes a simples y pasajeras. Hay risas que tienen mi nombre, yo misma lo escribí en ellas, precisamente para no olvidarlas nunca ni dejar que las olviden, yo no quiero que las olviden.

Soñar, flotar, hablar, descansar. Que estén conmigo mis placeres y se amarren a mis nervios; que las noches locas, locas noches se vuelvan verdad en mis pasos, así de pesados y así de lentos, pero tan verdaderos que traspasan los límites del sentir. Así de altos. Sí. Altos ¡Ja!



Yo no sé ¿La verdad? ¡Yo no sé nada! Dejo que mi cabeza se pierda un poco por aquí y un poco por allá, que mi vista se dirija a donde quiera dirigirse… Eso sí, que sea al lugar que más feliz la haga.

Ando detrás de un momento de banalidades eternas, felicidad cautivante y simplezas atrapantes, así como para vivir la impotencia al revés, apretándole la mano al tiempo para que no corra. Como esos momentos que no se buscan es como lo estoy buscando, para colmar el aire de buen humor, que mi cuerpo responda a lo que mi querer llama, que se pare firme pero sin ir corriendo, tan sólo caminando despacio para alcanzar una risa volátil.

No voy a usar las más bonitas palabras, eso no es necesario. De todo, no hay nada que no pueda decirse, no hay razón para buscar el lugar, la esquina perfecta; cualquier parte estaría bien, al final no importa lo que me rodee, de eso no me voy a acordar. Mejor pienso en lo que quiero y siento lo que pienso, conmociones que no pesan, es confuso como para reírse, llenan pero no pesan… Y dejan el alma completamente cargada.

Todavía falta, mucho falta. Soy puntos suspensivos que no saben, que no esperan, que no anticipan; que tan sólo se dedican al arte de las ideas incompletas e incompletamente hablan. Quizá no haya título más adecuado. Aquí dejo mi liberación entre líneas como muchos otros escritos a lápiz. No es nada muy grande, pero es algo lindo, lindo para mí y eso me basta.



¿Podemos perder el tiempo un ratico?