lunes, 8 de febrero de 2021

Sucesión de momentos en la penumbra

A la taza vacía todavía le queda un sorbo. Uno que se evaporó haciendo susurros de danza en el aire. Le canta al cuerpo tumbado a su lado en medio de la verdad y la ficción. 

Luz minúscula. Pides asilo a la noche. Cuarto de luna en plena madrugada. Desafiando a la oscuridad. Desafiando la gravedad. 


El silencio habla y también escucha: Olas por las mejillas, olas por los labios, olas por las manos. Olas que llegan hasta la playa desierta de la palma de mis manos. Embarcaciones de viento que encallan en la línea de la vida. 


Mar adentro, la filosa calidad de una lágrima saliendo del pecho abierto ¿Qué hay dentro de un pecho? Aristas, azulinas, trebejos, rostros de mármol con puntas quebradas, la fragilidad a cielo abierto. Tuercas, cercas caídas. Rosas, palabras creídas. Mundos y universos que laten pecho adentro, pecho adentro. Una puerta que no se puede tocar. 


A la taza vacía todavía le queda un sorbo. A los dedos ajados, ganas de escribir.