sábado, 21 de octubre de 2017

Sospecha De Egoísmo

A veces uno quisiera escribir algo y el corazón detiene a los dedos. Lo más gracioso es que es el mismo corazón el que quiere escribir, pero no se atreve, no confía en las palabras ni en que puedan decir lo que él realmente está sintiendo.

No, no estoy mal. La vida es hermosa y la vida está llena de paciencia y amor, pero ¿y entonces, corazón? ¿Qué pasa por estos días que estás bien pero te agita la razón?

¿Realmente es tan difícil entender? Dime. Tú. Sí, tú. ¿es tan difícil entender como para mí es difícil encontrar las palabras? ¿No ves todo lo que te grito con mis miradas y con mi caminar de aquí para allá?

Realmente son cosas que no se han inventado para ser dichas, y es tan fácil entenderlas... Creo yo.

Y sí, soy yo. Yo y yo y yo y yo y yo. Cada día. Todas las noches. Yo conmigo. Y hablándome a mí con estas cosas que no son de este mundo ni son pronunciables para unos labios que sólo quieren besos espontáneos. Y en cada ilusión también estoy sentada yo, es de día y espero ansiosa que sea la noche, pero cuando la noche llega ella sólo me lleva a mi casa sola, a mi cama sola, a mi mano sola.

Sí, señor papel, volví. Aquí estoy. Y soy la misma de antes. Sí. Perdón. Soy la misma de antes.

Pero... ¿acaso ahora soy egoísta? No lo sé, realmente no lo sé y me mata no saberlo.