lunes, 6 de mayo de 2013

Hoy




No hay final ni comienzo. Aún ahora, mis líneas todavía largas y mi tiempo todavía corto, los minutos se pierden en existencia delirante, ninguna expresión es suficiente para materializar un sentimiento y es mejor así. Sigo encontrándome en una sonrisa que ya no se pueda gastar, espero que así sea hoy y por mucho tiempo, porque no hay final ni comienzo, y mis líneas son todavía largas y mi tiempo todavía corto.

Sé muchas cosas y entre ellas sé que te he visto así antes, así como estás en el fondo, con metáforas dulces e inesperadas, respirando por placer y moviendo la vida después de encontrarla, detrás de ti con lágrimas felices y palabras que describen un día normal, entre latidos, suspirando.

Estoy acompañada de un ritmo cambiante que extravía mis razones, cobijada por la libertad, desmoronada por la ansiedad. Siempre hay tanta... tanta, tanta, tanta pregunta sin respuesta y los esfuerzos se esfuerzan por todos lados, las maneras lejanas intentan ser coherentes, yo me quedo sin palabras, pero por razones diferentes. Más fácil sería apartarse, mas que difícil desdecirse. Tan pronto busco letras me encuentro con esto, la incesante costumbre de amar los días que detesto.

Algo tenue, pequeño y gradual, sólo para poder sentir lo que se siente. Hoy ha estado temprano y el viento se ha disfrazado de nada, la tarde y la noche de hoy han sido diferentes y rigurosamente iguales; y muchos días vendrán después de hoy. Hoy como infinitos pensamientos para pensar y después, escribir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario