sábado, 4 de febrero de 2012

...

No quiero escribir. No quiero plasmar lo que no es claro, no quiero plasmar lo que NO ES.
No quiero escribir, sólo quiero distraerme mirando la luna, siguiendo su recorrido.
No quiero hacerlo pero debo confesar que me hace falta un cuaderno.
Y las palabras sobran, sobran tanto que terminan siendo elevadas por el viento, las pierdo y por eso es que no escribo, porque no hay sobre qué hacerlo.
Por conformismo o por algo que falta en el ambiente.
Dentro de todo, no había nada que decir, una necesidad que no guarda razón.
No quiero escribir, pero tenía que escribir eso.




No hay comentarios:

Publicar un comentario